Hace ya un buen tiempo, revisaba en mi memoria momentos del pasado, y vino de entre la penumbra del recuerdo la imagen de una banda que intente formar con mis amigos de la adolescencia. Nunca pasamos del tercer ensayo y ninguno teníamos ninguna experiencia musical en aquel entonces. Era mas como una afirmación, que se presagiaba en lo profundo de nuestros de destinos, apenas distinguible entre la neblina de la existencia. Lo que importaba era tener una actitud, una personalidad distinta a la de los demás, una originalidad que estremeciera la opresión y la desidia que el tan solamente formar parte de esta sociedad incoherente podría romper.
El nombre era los "Viper Wolves", porque razón ese nombre no recuerdo, pero quedo. Una guitarra, un par de maracas y una armónica, probablemente para gustos modernos o sofisticados el sonido proveniente de esos instrumentos sea precario o primitivo, pero su armonía es natural y real. Nuestras vidas estuvieron entrelazadas en los anos en que cada uno buscaba su propio significado, debajo de las estrellas, de la intoxicación, las mujeres, el deambular taciturno de nuestros espíritus por las calles y avenidas de Guatemala.
Ninguno de nosotros, en aquellos entonces, podría haber intuido los caprichos de nuestros caminos y de lo distantes que en un futuro –en el presente- íbamos a estar. Ahora bien, cierta sabiduría y madurez iluminan nuestros ojos para al menos comprender que la tierra gira y lo que hoy es mañana ya no y que la presencia de las personas con las cuales disfrutamos a veces se convierten en terribles ecos de melancolía y nostalgia cuando la noche nos encuentra en el medio de la oscuridad divagando entre metafísicas y religiones absurdas. Un dia luego de tantos otros días, desadvertido de todo y alejado de todo comencé a escuchar en mis suenos a "The viper Wolves".
Volvi una y otra vez a ese escenario mental donde los hubiera encontrado recitando su musica y escuchaba atentamente. Desde entonces me pareció que la breve existencia de "The Viper Wolves" había quedado olvidada cruelmente y que algo tan real y honesto no merece morir de olvido. Así 5 tome mi guitarra, mis maracas y mi armónica y simplemente reproducir lo que ya existía, manifesté el eco ininteligible de una voz que me hablaba desde la profundidad abismal de mi existencia. Los "Viper Wolves" una vez mas reunidos en aquella sala, de aquella casa donde las horas volaban sin preocupación.
Buena suerte.
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