lunes, 27 de junio de 2016

"Finding Dory", Lágrimas Bajo el Agua

Finding Nemo es de esas películas de Pixar que vi de pequeño pero que olvide mientras iba creciendo por que no dejo nada que marcara mi infancia como dinosaurios gigantes o ninjas en Beverly Hills, lo que todos sabemos es el argumento del pez bebé que se pierde en el océano, su padre y un pez azul van buscarlo, lo encuentran y todos son felices, típica historia de niños con un mensaje positivo. Cuando Pixar anuncio la secuela me imagine lo contrario, esta vez en lugar de buscar al pez bebé estarían buscando al pez azul, lo cual no suena nada original, por lo tanto cuando fui a ver esta película infantil llegue con muy poca fe al cine, lo bueno es que me equivoque como muchas veces en el pasado, errar es de humanos amigos míos.


Dory, el pez azul, o científicamente hablando, el pez cirujano, es un personaje que siempre me pareció estúpido en su esencia, actitud que era justificada por su supuesta mala memoria a corto plazo, que prácticamente quiere decir que cuesta mucho que esta pecezuela se quede callada y se la pase llamando la atencion, la encarnación propia de este tipo de personas que me caen tan mal en el mundo real, por lo tanto desde que inicio la película me sentí totalmente bloqueado por Dory pero ni modo es el personaje principal, así que tenia que hacerle ganas, que bueno que no me desespere por que es por una razón que nos tienen que meter en la cabeza que ella es la principal, sino como rayos vamos a derramar lagrimas por ella despumes.

De bebé, Dory vivía en un acuario con sus padres, segura de cualquier amenaza, pero nunca a salvo de si misma, sus padres la cuidaban mucho y le enseñaban a valerse por si sola por la condicion mental con la cual ella luchaba. En un dia como cualquiera, de un momento a otro, Dory se encontraba en el océano abierto sin ellos, sin saber a donde iba o que había perdido, recordando solamente su nombre y que estaba buscando algo que olvidaba constantemente, exactamente como cuando encontró a Marlin y lo ayudo a encontrar a Nemo. Un año después de aquella aventura (un año escamoso=trece años humanos), tras un evento inesperado, Dory tiene un flashback acerca de su pasado y del lugar en donde ella vivía junto a sus padres, lo que hace que inmediatamente quiera ir a buscarlos con ayuda de su familia de peces payaso.


Pensaríamos que la acción se desenvolvería en el océano como la anterior película, pero no, estos tipos ya se saben todas y el terreno es un centro acuático en las orillas de la costa californiana, en donde tienen a ciertos amigos acuáticos en exhibición y a otros simplemente los recogen del mar para rehabilitarlos, pues en su estupidez, Dory sin querer queriendo se le adhiere uno de estos plásticos que cubre las latas de soda o cerveza, haciendo que uno de estos tipos del centro acuático la tomen para rehabilitarla, ante tal situacion Marlin y Nemo tienen que infiltrarse en ese establecimiento para poder recuperar a Dory, haciendo que presenciemos eventos totalmente chistosos y tristes que pasaran estos amigos escamosos para reencontrarse.

Después de ver la película aprendí a amar a Dory, también que los pulpos tienen tres corazones, que los mejores lentes del mundo pertenecen a ciertos cetáceos y que sobre todo, no importa que tan olvidadizo seas, siempre podrás encontrar el camino de regreso a casa y hacia tus seres queridos, ya me hacia falta una buena película de Pixar, después de tantas que han apestado los últimos años, es creativa, educativa, conmovedora y aunque sea una secuela, no se copia de la anterior para sorprender a la gente, espero les guste tanto como a mi.

Pulpos al poder.


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