Si hay una parte del cine que amamos son aquellas entregas perfectas en las que hay cierta magia en la que el guion y el director están tan sincronizados como un buen reloj suizo, en las que una obra cinematográfica no tiene presión de Hollywood pero si su dinero, tiene toda la atención del director y también su visión exacta de como deben de ser las cosas, por lo tanto toda esta mezcla de sentimientos y vivencias se pueden plasmar tan perfectamente en la película.
A pesar de ser tan perfectas este tipo de películas no a todo el mundo le cuadran como deberían de cuadrar, ya que muchas veces son poco entendidas por la mayoría de las masas, eso si, las personas que llegan a entender esta clase de cine tienden a apreciarlo mucho, esto hace que inspire a mas gente a hacer cosas parecidas o al menos a correr la voz acerca de estas películas mágicas que tanto les han encantado y que jamas olvidaran.
Uno de los padres de este tipo de películas en las que el director se toma la total libertad sobre la filmación fue Alfred Hitchcock y vaya que tuvo mucho éxito, le siguieron otros épicos directores de cine como Stanley Kubrick, hasta pasar a algunos mas modernos Woody Allen, Roman Polanski y aun mas recientes como Christopher Nolan o Rian Johnson, todos ellos tienen la misma mentalidad de llevar al cine obras que ellos mismos han imaginado desde que concibieron la idea de volverse directores.
El mundo esta plagada de cine de autor, con el auge de películas independientes y con la ayuda de Hollywood a directores ya consagrados, claro que no todas tienen el mismo impacto, eso hace tan especial a algunas películas de este genero, ya que no todas llegaran a la misma meta y son esas pocas películas las que se quedan en nuestra cabeza dando vueltas para siempre.
Cine de verdad.
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