Desde que era un niño me consideraba un buen ahorrador, tal vez por la razón en que las pequeñas cantidades de dinero que me daba mi madre las podía transformar en juegos de GameCube, es hasta ahora que trabajo y veo tanto dinero que he vuelto lo opuesto... no puedo tener dinero en mis manos ya que siempre tengo que hallar una manera de gastar cada uno de esos preciosos centavos, ya sea en cosas útiles o desperdiciarlo en... ya saben.... cosas.
Creo que si hubiera hecho un plan de en que gastar y en que no, tal vez ya tendría un carro, un negocio o a Katy Perry, omitamos lo ultimo por que parece imposible, dentro de lo que soñamos despiertos cada dia, ya habría dado unos pasos adelante en el juego llamado Monopoly o popularmente llamado vida, iría en ese lujoso carro plateado en cada esquina, ganando tarjetas de premios de belleza y evitando ir a la cárcel por asesinato en tercer grado.
Pero dentro de lo que nos mueve, tal vez uno piense que esos preciados billetes como un arma de doble filo, que son sagrados cuando pensamos en el, pero se vuelve profano a la hora de tocarlo, al final si todo fue por que en su momento ibas a disfrutar de algo, es mejor aprovechar el momento y gastar lo que sientas en tu corazoncillo.
Al final siempre hay mas dinero.
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