Dinamita

Dinamita era un labrador de color negro, tenia un lunar en su lengua, ojos de color miel, lo conocí en el mes de mayo del 2009, no recuerdo la fecha exacta, no lo conocí como un bebé, ya tenia al menos unos meses encima, se lo regalaron a mi madre por que sus dueños anteriores le tenían miedo por que era negro y eso se relacionaba con el diablo (gente loca). Al principio Dinamita y yo no nos llevábamos muy bien, era el primer perro que tenia y odiaba que se me tirara encima, ya que me rasguñaba los brazos al hacer esto, pero con el tiempo nos fuimos llevando bien, lo sacaba a dar una vuelta por mi colonia de entonces, siempre lo protegía de chihuahuas feos y un San Bernardo enorme que me daba miedo.

Buenos tiempos aquellos, luego hubo un problema familiar y tuve que mudarme a otra casa, esta casa (que es en la que vivo actualmente) ya no quedaba en un sector "bonito", ya que en mi casa anterior habían bastantes áreas verdes y ahora me iba a un lugar sin áreas verdes, todo es ruido y violencia, claro que uno se acostumbra, pero deje de sacar a Dinamita a pasear y cada día lo fui dejando abandonado y mas abandonado aun ya que esta casa no es tan grande, así que mi perro pasaba en la terraza sin hacer nada...

Subía a verlo cada día, pero cada día se volvió de vez en cuando, ese de vez cuando paso a ser un rara vez, tal vez exagero pero así lo siento ahora, pasaban muchas cosas por mi vida en ese entonces, problemas familiares, problemas económicos, pasaban tantas cosas, lo que trataba cada día era simplemente estar lejos de mi casa, mi casa me deprimía, estudiaba en la universidad, pero de la nada deje de estudiar por falta de dinero y también por que no era barata mi carrera. Después me encontré en un vació, me encerré en mi casa, no salia a ningún lado por vergüenza de lo que pasaba en mi vida, era toda una espiral que nunca terminaba y aun cuando en su momento seguramente pude haber encontrado a alguien que me ayudara o apoyara, era un tonto para darme cuenta de eso. 

Mi día a día era despertar, ver televisión, comer y dormir, todo por unos cuantos meses, nada bueno para la mente, la rutina te corrompe, a veces subía a la terraza a jugar un rato con Dinamita, pero luego volvía a la rutina. Sabia que no era bueno estar así, hice lo posible por conseguir trabajo y lo hice, en mi primera entrevista, esto mas o menos a finales de octubre del 2013, empece a trabajar y el dinero comenzó a venir, ya era útil otra vez y poco a poco las cosas empezaron a mejorar, fue exactamente cuando todo empezó a mejorar cuando Dinamita se enfermo.

Una noche, Dinamita empezó a sollozar de una extraña manera, su cabeza temblaba y salían mocos de su nariz, no se movía para nada, me dio miedo, lo baje, y le hice una cama con unas sabanas y ropa que ya no usaba, al día siguiente parecía que todo ya estaba bien, aunque se miraba algo "tocado". Fue algunos días después que Dinamita empezó a tropezarse, lo peor fue cuando se cayo de las gradas, era como si hubiera olvidado como caminar, mi madre y yo nos alarmamos, algo había cambiado. Lo llevamos al veterinario y fue cuando nos dijeron que Dinamita tenia una bacteria en la columna vertebral, que de ahora en adelante el sera cuadrapléjico... lo llevamos a casa... Dinamita solo que quedaba allí recostado, frió e inerte.

Dinamita ya no tenia control sobre si mismo, hacia sus necesidades fisiológicas donde estaba acostado, trataba de comer, lo obligábamos a tomar agua, pero todo parecía ir a ningún lado, era devastador verlo allí, a veces se me quedaba viendo, lo único que podía hacer era rascar su cabeza y alejar las moscas ya que no podía mover su cola. Fue allí cuando mejor tomamos la decisión de poner a dormir a Dinamita, ya que sufría demasiado y no sabíamos si las cosas podían empeorar para el, llamamos al veterinario e hicimos la cita, recuerdo que ese día me despedí de el, llore demasiado y al parecer el sabia que era lo que iba a suceder, ya que en vez de verme con esa mirada cariñosa de siempre, solo evitaba verme y con sus pocas fuerzas giraba la cabeza hacia otro lado, no quise ver como le ponían la inyección, entonces solo me fui...

Cuando regrese, Dinamita ya no estaba, ya se lo habían llevado y no hice mas que recordarlo en llanto. Dinamita no era el perro mas educado, ni el mas obediente, pero si era muy cariñoso, siempre se tiraba sobre sus espaldas esperando que uno lo rascara, cada vez que un extraño entraba a la casa, ladraba como loco, se acostumbraba a la gente que le caía bien y le seguía ladrando a quien le caía mal, algo bueno, por que cada vez que alguien sospechoso estaba cerca Dinamita ladraba, cada vez que estábamos comiendo algo en el comedor e involucraba carne, el ladraba y saltaba como loco, siempre le dábamos los huesos, recuerdo cuando a veces habían objetos extraños que se le insertaban en sus patitas, siempre que se las quitaba me agradecía lamiéndome la cara o cuando salia o entraba a mi casa, siempre estaba allí para despedirme o para saludarme... puedo mencionar mil cosas de Dinamita y nunca terminare, siempre habrán mas, solo lamento no haber tenido mas tiempo junto a el, un año después de que pasara a mejor vida, aun me saca algunas lagrimas. 

Donde quiera que estés, aun te extraño.