viernes, 22 de abril de 2016

Me He Rapado la Cabeza

El miércoles fui a la barbería para cortarme el pelo como todos los días, cada dos a tres meses me corto el pelo religiosamente, le digo al barbero que no me pase la maquina que solamente me rebaje el volumen a puros tijerazos y dependiendo del barbero puede pasar una obra maestra o un desperfecto que dura un par de semanas, nunca me ha gustado mi pelo por una razón, esa es que mi pelo es muy fino, demasiado fino, al punto en que puede parecer que me estoy quedando pelón, pero así ha sido mi pelo desde que tengo memoria y como termino agarrando forma desde que deje de raparme de niño, mi ídolo era Ronaldo, no el de los abdominales, sino el de la barriga de borracho, el tipo que gano el mundial con Brasil en el 2002. 

Como dije, mi pelo siempre ha sido así, pero mi pelo siempre ha sido un rebelde y nunca me ha gustado su actitud, a veces quiere ser liso, a veces quiere ser colocho, a veces es abundante, a veces es escaso, mi cabello es todo un caso que no quiere ser resuelto y durante mi vida he sido acomplejado por burlas que me han hecho por mi cabello, las personas me decían que me iba a quedar pelón, que por que no echaba algo para que creciera y miles de cosas mas, todos somos seres humanos, no cubos de hielo sin sentimientos, algunas cosas no me afectaban y otras veces si iban directo a lo mas profundo de mi corazón, hiriendo mi autoestima. 

Todo un trauma, aprovecho cada momento que pueda para verme al espejo y ver mi cabello, me da miedo cuando me pega el aire y me despeina, cuando la gente juega con mi cabello y siento que me están despeinando, todo por mi fino cabello y mi autoestima por los suelos, he platicado con varias personas acerca de ello, personas que me quieren y aprecian, que me dicen que no es nada para exagerar, pero yo lo sigo exagerando, averiguo en Internet acerca de como prevenir la caída del cabello, pero mi pelo no se esta cayendo.

Y ahí estaba yo en la barbería viendo mi cabello, cuando pensé en que tal si esta vez no pedía que solamente me lo recortaran, que tal si mejor miro que tal me vería rapado, le pedí al barbero que me pasara la cero por toda la cabeza, el barbero se sorprendió y me dijo que si no quería la dos aunque sea, le dije que no, quería la cero por toda mi cabeza y así en menos de cinco minutos ya estaba afuera de la barbería, con un poco de frió en las orejas, se siente un poco raro verme al espejo sin mi cabello, tal vez lo empiezo a extrañar y pensar que no estaba tan mal, pero ni modo, ya me rape y ahora ya no tengo que preocuparme por estar despeinado.

Un pulgar arriba.


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