Rara sensación de lo inesperado de lo que pudo suceder, mas que rara, horrible. Vives en tu entorno terrenal atado a tus pensamientos desarrollados siempre a moldearse a lo peor, todo esta en tu tonta cabeza, que esta mal acostumbrada a tus tontos pensamientos. Las sorpresas son esa probabilidad que vemos en las películas de acción en las que el héroe tiene esa millonésima probabilidad de salvar al mundo, ganándose el respeto de todos.
Vas y vienes sin saber nada de lo que pasa, por que eres ajeno a lo que sucede o este por suceder, por que no quieres envolverte en lo que no te conviene, por que piensas mas en un maleficio que en un beneficio. El tiempo va rápido o lento, según tu perspectiva, pero con las personas que no te interesan el tiempo es amorfo, sin color ni sentimiento, solo una formula que salio mal, un resultado matemático erróneo, una cuenta que no salio con el resultado esperado... simplemente no sientes nada, ni deberías en tus propias palabras sin peso.
He allí la inquietud, ese alguien a quien ignorabas aun sabiendo que por su naturaleza podría llegar a ser algo tuyo partió hacia otro espacio y tiempo del que eres ajeno, después de partir hacia un nuevo horizonte te enteras de cosas de esa persona que te involucraban a ti. Preguntas y mas preguntas, por mas que des vueltas la respuesta sera la misma, así como a ti te interesaba esa persona, esa persona también se interesaba en ti, pero por miedo no escupiste aunque sea una palabra, esa persona también sentía lo mismo, pero ya sea por como tu te comportabas o por que esa persona se sentía igual no sucedió nada.
Nada.
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