miércoles, 23 de septiembre de 2015

El Asiento del Inodoro

Hace mas o menos un año me di cuenta de algo que estuve haciendo mal toda mi vida, no es algo tan serio para ser honestos, es algo bastante trivial pero que a la hora de contárselo a cualquier persona me responderán de vuelta con un: "¿En serio?". Cada vez que yo iba al baño a hacer del famoso dos y me sentaba a hacer lo que se tenia que hacer, en vez de sentarme en el asiento del inodoro, me sentaba en el borde del inodoro, dejaba ir aquello que mi cuerpo no necesitaba, me tomaba mi tiempo, me limpiaba y me iba, algo que hacia día a día y sin tener alguna consecuencia negativa al respecto. 

Pero... ¿Porque? Recuerdo que durante toda mi vida escuche algo de lo que muchas mujeres se quejaban, en la vida real, también en las películas y series de televisión: ¿porque los hombres siempre dejan la tapa del inodoro levantada? Una queja que a mi de niño siempre me tuvo en incógnita, ya que era algo que se refería al acto en el cual nosotros los hombres orinamos, en el cual a veces pasan accidentes, estos accidentes no traen ningún tipo fatalidad, pero si limpias tu error, nadie se quejara de ti... ¿Que tiene que ver esto con el numero dos? Por alguna razón, en mi inocencia, pensaba que las mujeres se quejaban que nosotros los hombres ensuciáramos su santuario, en este caso su santuario para mi es lo que conocemos como el asiento del inodoro, algo que no se por que invente.

Yo como alguien que compartía casa con tres mujeres, me repugnaba el hecho de sentarme en el asiento en el cual las mujeres orinaban y seguramente también cagaban, como todo un rebelde en contra del sistema, desde que aprendí a ir al baño solo, me senté en el borde del inodoro, con toda la seguridad del mundo que en mi opinión era mas limpio que sentarme en el asiento de "mujeres". Casi 20 años después, uno de esos días que le traen sorpresas a uno, estaba allí sentado en el borde del inodoro, pensativo y a la vez cautivado por los misterios de la vida, cuando a mi mente vino una pregunta: "¿Porque estoy sentado aquí en el borde del inodoro y no en el asiento?". Al fin de al cabo ya solo mi madre vive conmigo y no se ve como un lugar tan distinto al borde del inodoro, así que me levante, baje el asiento y volví a hacer lo que estaba haciendo, de ahora en adelante mejor me siento donde es. El orden de los factores nunca altero el producto, pero a veces es mejor seguir al sistema y parecer ser normal.

Seguramente los dos lugares son igual de sucios. 


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